Redacción. Madrid
El Servicio de Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital USP Santa Teresa en A Coruña, acaba de recibir el premio a la mejor comunicación sobre el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vasculares periféricas, en la 11ª Reunión Galaico-Duriense celebrada en Oporto que reúne a especialistas gallegos y del norte de Portugal en esta especialidad.

USP Santa Teresa.

La comunicación presentada abre las puertas a nuevos avances gracias a la aplicación de técnicas de radiología endovascular que permiten el tratamiento “a distancia” mediante radiología vascular intervencionista, reduciendo así posibles complicaciones de la cirugía convencional. En ella se analizaron los resultados de cerca de cien procedimientos realizados desde el año 2003 en más de 50 pacientes, con una tasa de éxito del 98 por ciento.

Según explica el Dr. Ignacio Lojo Rocamonde, Jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital USP Santa Teresa, “este tipo de enfermedad puede no producir síntomas, pero en la mayoría de los casos provocan molestias y en algunos casos resultan muy incapacitantes. Por su escasa frecuencia la experiencia en su tratamiento es muy limitada y suponen un desafío para el cirujano vascular. Cada caso ha de ser estudiado de forma individualizada”.

No es la primera vez que este servicio recibe un premio en este campo de las malformaciones vasculares, ya que durante el año pasado fue reconocido con el prestigioso Premio Martorell, otorgado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular.

Las malformaciones vasculares periféricas son defectos de nacimiento del sistema circulatorio, que se caracteriza por una comunicación anómala entre arterias y venas, formando ovillos de vasos dilatados, más frecuentes en las extremidades.

En un 60 por ciento de los casos realizado en USP Santa Teresa el tratamiento se realizó introduciendo en las venas anómalas una espuma esclerosante para su oclusión. El 40% de los casos restantes presentaban un alto flujo sanguíneo, por lo que hubo, en primer lugar, que ocluir las arterias que nutrían esta zona, mediante la introducción de unos dispositivos metálicos llamados “coils” y, en segundo lugar, como complemento, se utilizó la espuma esclerosante para finalmente ocluir las venas anómalas. Se realiza en la mayor parte de los casos con anestesia loco-regional y habitualmente el paciente precisa cortos períodos de ingreso. Sólo uno de cada cinco pacientes requirió cirugía plástica posterior al tratamiento para corregir problemas estéticos.

Este tipo de tratamientos se limita a centros muy experimentados y el Hospital USP Santa Teresa es referente para este tipo de enfermedades. Hasta él llegan pacientes con malformaciones muy complejas de diferentes puntos de España para su valoración y tratamiento.